RESEÑA | TOMB RAIDER: LAS AVENTURAS DE LARA CROFT
La mayoría de nosotros
conocemos los videojuegos de Tomb Raider, también sabemos que jamás vamos a ver una buena película si su historia es proveniente de un videojuego
(Warcraft: El Origen, Assassin’s
Creed) y muchas veces al no entender esto, caemos en la mala crítica. Dejando
claro este punto, sigamos con la reseña de esta película.
En la nueva entrega de
esta franquicia, tenemos a Lara Croft, heredera de una gran fortuna, la cual
prefiere vivir como renegada en Londres y tener un empleo como repartidora de
comida. Esta es la parte aburrida y menos interesante de la película, excepto
por la secuencia de la persecución de los ciclistas.
Una vez que nuestra
protagonista decide aceptar su legado, descubre el verdadero pasado y oficio de
su padre. Al ver esto, Lara emprende un viaje en búsqueda de respuestas sobre
la desaparición de su padre al estar buscando a la antigua ‘diosa de la muerte’ llamada Himiko.
Llega a Hong Kong donde encuentra al hijo del hombre que llevó a su padre hace
7 años en búsqueda de dicha diosa. Es aquí donde la película toma un tono más
al estilo Indiana Jones, pero esta fórmula queda muy bien con la historia que
se está contando.
Tenemos que reconocer
que a pesar de que Lara es una joven e inexperta arqueóloga, logra salir avante
de cada una de las pruebas que se le presentan. Debemos estar conscientes que
aún está evolucionando y poco a poco se convertirá en una heroína muy parecida
a la que todos conocemos en los videojuegos.
Calificación: 3.5/5
Buena