RESEÑA | THE GREATEST SHOWMAN
Una
película que penosamente llego tarde a las salas de cine, pero que trajo con
ella una combinación de nostalgia, romance, sensacionalismo, emotividad y
grandes coreografías acompañadas, por supuesto de canciones con ritmos
pegajosos y letras emocionales.
Hugo
Jackman, Zac Efron y Zendaya nos van a llevar por un mundo de luces y
espectáculos junto a un grupo de personas peculiares para formar un show nunca
antes visto y que desafiara los estereotipos de las condiciones sociales más
allá de las apariencias.
Comencemos
por el principio:
Una
escena de introducción que nos lleva
directo al tema que manejará el filme: las emociones. Y es que a pesar
de que para algunos, puede ser una película cursi llena de positivismo
innecesario, el director Michael Gracey sabe cuándo debe ser, romántico,
emotivo, gracioso o rítmico manejando los sentimientos y logrando transmitirlos
efectivamente a la audiencia y esta no tardara en conectar con el protagonista,
ya que es fácil empatizar e identificarte con el mensaje que intenta reflejar.
Tenemos
ante todo una historia de superación personal que a la vez lidia con los
pensamientos y plantea una reflexión sobre un tema duro como lo son las clases
sociales, la moralidad y fuerza de voluntad. Por supuesto, al igual que todo presenta
una dualidad muy interesante que vale la pena poner sobre la mesa:
El
estereotipos del patrón que se enriquece a costa de los
desafortunados exhibiéndolos como fenómenos ante un público que los mira con
morbo y desaprobación en un primer momento pero que de a poco se entrega a
ellos y los reconoce como personas talentosas, pero que al final siguen
mirándolos como fenómenos; pero tenemos el otro lado de la moneda. El lado
humano; un hombre que reúne a personas destinadas al rechazo en una época de
poca conciencia y les da un propósito por el cual levantarse cada mañana para
convertirse en celebridades que regalan sonrisas y reciben aplausos rompiendo
así muchos estigmas.
Finalmente
hemos de destacar los efectos visuales y las coreografías bien trabajadas y
espectaculares distribuidas a lo largo de la película en secuencias
vislumbrantes que dejan un resultado final más que destacable que desemboca en
una película totalmente mágica, maravillosa, divertida que alza la mano para
posicionarse como una de las mejores del 2017.